Después de varias horas, de haber comido y de haber estado hablando con sus amigas; ella buscó desesperada al que, en ese momento, era la razón de su existir. Lo encontró solo, cosa rara en él ya que siempre estaba rodeado de gente, tomo aire y algo la empujo a acercarse a él, una vez al lado suyo se preguntó lo que había hecho, no iba a tener valor para saludarlo, pero lo hizo.
- Hola...
- Hola.
- ¿ Que haces aquí tan solo ?
- Pensando, a veces hasta a mi me hace falta un momento de soledad para poder pensar en mis cosas.
- Comprendo, a mi me pasa lo mismo, aunque más a menudo.
Después de lo que para ella fueron los mejores minutos de su vida, miró el reloj, era casi la hora de entrar a clase y tenía que hacer algo para hacer de ese día el mejor de su vida y así lo hizo, pensó que si había llegado a ese punto podría conseguirlo, contó tres y sin pensarlo le dijo...
- ¿ Te gustaría quedar un día después de clase ?
- Hubo un momento de silencio tras los cuales se oyó un claro y conciso SI.
- Si porque no, me caes bastante bien podríamos llegar a ser buenos amigos.
- Ella sin pensarlo, le dio un abrazo, se despidió y se fue.
Al llegar a su casa se sentó en la cama y sonrió hasta que le dolió la boca, había tenido valor de hablar con el chico de sus ojos, ojos que lo habían mirado escondidos detrás de la multitud y que ese día habían tenido valor para hacerse notar...
Empieza dando el primer paso.
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