- Hola...
- ¡Cuánto tiempo!
- Lo sé. Pero, ¿sabes quién soy?
- Claro eres Romeo, tu voz nunca se me iba a olvidar. Y esta llamada, ¿a qué se debe?
- Necesitaba escucharte... Te he echado de menos todo este tiempo.
- No te entiendo, fuiste tú quien dejó que todo se fuera.
- Errar es de humanos.
- Lo sé, pero no pretendas que todo sea como antes. La vida cambia muy rápido.
- Sólo quiero pertenecer a tu vida otra vez.
- Siempre has pertenecido a ella, de una manera u otra. Pero siempre has estado ahí.
- Nunca te he olvidado.
- No te creo.
- Asómate a la ventana.
Y así fue como Romeo le rompió todos los esquemas a Julieta, después de muchos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario