Bienvenido. ¡Vive y deja vivir!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes...

               Llevaba como dos semanas sin saber nada de él. No se llevó el móvil, el viaje no lo requería... Tampoco se iba a conectar a internet, ya que no tendría tiempo para eso. Ha sido mi mejor amigo en estos dos últimos años; y no sé por qué, pero se me hacía eterno el no charlar de cualquier boberia con el. Me salvó de aquella soledad. Sí, supongo que se le puede llamar soledad... Que pena el dejar de lado a tu "todo" por otra persona que no lleva ni medio año en tu vida, ¿no? Bueno, más que pena se le puede llamar ignorancia y tal vez, egoísmo. En fin, lo pasado, pasado está.
               Acababan de tocar el timbre. Es el cartero, trae una carta para mí. La carta era de John, mi mejor amigo.


Querida Cynthia:
               ¡No sabes lo guay que es la costa gallega! Ojalá te hubieses venido. Me paso la mayoría del tiempo en la playa, así que ten cuidado que ahora mismo te gano en bronceado. ¿Qué tal andas tú? ¿Lo has arreglado con los "desaparecidos"? Cariño, no seas ingenua ;) Te he extrañado muchísimo. Jo, quiero que tus ojos marrones me sonrían pronto. ¿Sabes qué? Tengo muchas cosas que decirte y otras que darte... Y ahora dirás ¿darme? Pues sí, guapa lo que estás leyendo (casi escribo escuchando, menos mal que no lo hice porque no tengo tippex). Pues eso, que estoy bien y que dentro de una semana me tendrás contigo. 
       Un beso, John.
P.D.: Cuando vayas al aeropuerto a buscarme, no te pongas el rímel que no resiste al agua que no quiero que por mi culpa se te quede la cara negra...
               
                Una semana después, John volvió. Y me trajo unas entradas para el concierto de mi grupo preferido. Sí, cuando lo ví, lloré.
            [...]
                Me desperté empapada en sudor, eran las diez de la mañana. Todo había sido un sueño. Miré a la pared y me alegré de que la ignorancia no se haya presentado todavía... 

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