Es imposible que nosotros, el ser humano, dejemos de pensar. Siempre estamos con la matraquilla de si una cosa es o no. Nuestra vida es un juego de palabras. En el que continuamente nos hacen y hacemos preguntas; y la mayoría de las veces sabemos las respuestas. Simplemente necesitamos escuchar las palabras del otro, saber el sentir de esa persona especial. Y a veces lo mejor es ser sincero el uno con el otro, porque si no llegará un momento en el que explotarás, y dirás todo sin tener cuidado de cómo le sentará a esa persona.
Conclusión: Preguntemos menos y expresemos más nuestros sentimientos.
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