Bienvenido. ¡Vive y deja vivir!

viernes, 3 de febrero de 2012

Llamémosle Romeo ♥

Debo admitir que desde que él está en mi vida soy mucho más feliz. Con esto no estoy diciendo que antes no lo era, pero sí digo que ahora todo alcanza una perfección inimaginable.      
No sé por qué, pero con él siento lo que nunca. Me trata como nadie y cuando estamos juntos consigue que me evada de este mundo y que mis cinco sentidos sólo estén atentos a él.
Es perfecto, enserio. Sus ojos verdes que casi desaparecen cuando ríe. Su pelo rubio casi castaño, con las tres canas de siempre. Su sonrisa, la más bonita que he visto jamás; de esas cosas que producen un efecto tan bonito en ti que te gustaría pinchártela en vena cada vez que estas triste. Sus labios rosados y carnosos hacen una perfecta –como él– sintonía con sus dientes. Sus manos suaves y más grandes que las mías. Manos que me sujetan fuerte cuando no quiere que me vaya y más suave cuando quiere que se pare el tiempo en el reloj. A veces me gustaría grabarle cuando me besa y ver cómo me dice “te amo”.
De verdad, me pasaría una vida abrazada a él. Sintiendo el latido de su corazón que late a la par que el mío. Escuchando su voz que pide que no me vaya, que permanezca ahí. Sintiendo, pero de lejos, cuando me voy. A sus piernas flaquear mientras va de camino a casa.
De vez en cuando, bueno, siempre; cuando me voy doy un giro de 180º y le miro sonriendo. A veces me pregunto si también se da la vuelta, si me ama tanto como yo a él o simplemente si echa de menos a unos ojos a los que mirar diciendo “Te amo y no digas que tú más porque nos conocemos” cuando no estamos juntos.

2 comentarios: