Estábamos saliendo del club nocturno donde nos habíamos conocido. Recuerdo ese día como si lo estuviera viviendo ahora mismo. Fui con mis amigas, como de costumbre; queríamos bailar y emborracharnos. Cuando íbamos por el tercer Cosmopolitan, le vi. Estaba en la barra, bebiendo coñac. Me miró como nadie me había mirado jamás. En tres minutos ya estaba sentada a su lado, hablando con él y con sus ojos verdes. Se llamaba John. Treinta minutos después ya sabía que era soltero, donde vivía y que era abogado...
Salimos del club besándonos. Casi nos caemos en las escaleras que daban a su piso. Entramos. Dio un portazo y me tiró en la cama. Hicimos el amor, una y otra vez. Había tanta pasión en esa habitación como en la final de un campeonato de fútbol. Amanecimos abrazados uno al otro, bebiendo champán- como el que celebra el nuevo año. Después de unos besos, nos quedamos dormidos. Me desperté sola. No había nadie junto a mi. Pero en la mesa de noche había una nota.
"He salido a comprar algo para almorzar. Si quieres te puedes duchar o comer algo mientras vuelvo."
Volvió diez minutos después de que leyera la nota. Todavía me estaba duchando- sí, soy de esas que se pasan treinta minutos debajo del agua... Terminé de ducharme y abrí la puerta del baño. Vino y me besó... Comimos pizza, bebimos Coca Cola... Pero en realidad lo único que necesitábamos era estar juntos.
De eso ya hace unos meses. Y esos meses no los cambio por nada.
Me gusta mucho tu blog! :) Te sigo
ResponderEliminarTe espero en el mio: http://scusamatiamo.blogspot.com/
Besos!
Muchas gracias :)
ResponderEliminarMe pasaré por el tuyo, besos !