Los primeros días fueron perfectos, estábamos completamente cegados por nuestro nuevo amor, recuerdo que en la escuela solía mirarlo, pero no tardaba mucho en salirme la sonrisa al verlo ponerse rojo, sonreír y apartarme la mirada... Él creía estar enamorado, yo no lo creía tanto. Sus promesas se me hacían raras, ya había escuchado esas mismas palabras antes y me habían derrumbado, pero poco a poco, su manera de tratarme me llevo a creer. Su casa se estaba convirtiendo en otro hogar, y lo mismo pasaba con él, ya no hacía falta preguntar si podía venir, tan solo bastaba un "viene". Teníamos planes de futuro, pero eso tampoco hay que tenerlo en cuenta, somos jóvenes, nos es fácil soñar.

No sé quién está leyendo esto, pero debes estar pensando "lo quiere" y no, siento decir que estás equivocado, es un "lo quise" más bien. Esto son simplemente recuerdos y una manera simple de dejarlos ir a esa parte de la mente en la que, los tenemos presentes simplemente si pensamos en ellos. Es posible que esto que estoy viviendo sea la etapa más feliz de mi vida... El pasado me ha servido para aprender a aceptar las cosas, el amor antes para mí lo era todo, ahora ya solo significa esperar, esperar a que llegue el adecuado. Tal vez tarde un poco, o mucho, quién sabe, alomejor ya ha estado en mi vida, o será una persona inesperada, pero bueno, tampoco hay prisa, cuando tenga que ser, será. Por el momento a disfrutar de cada día como si fuera el último y a aprender que las pequeñas cosas, son las que de verdad valen la pena.