Bienvenido. ¡Vive y deja vivir!

lunes, 29 de agosto de 2011

Mi sonrisa tiene nombre propio, el tuyo.♥

Aquí me encuentro, acostada en la arena, con mucha gente alrededor, aunque me parezca estar solo con una persona. Él, el dueño de mis sueños, el que me saca una sonrisa solamente mirándome a los ojos, el que me da calor cuando tengo frío. Esa persona que me ayuda a ser feliz, que me hace vivir momentos jamás vividos y que es capaz de sacar de mi, sentimientos que nunca había aprendido a sentir. Tú, que me molestas, porque te gusto cuando me enfado y que después me agarras y me besas para que vuelva a sonreír.
El caso es que aquí estoy, mirándote a los ojos, acariciándote la cara, cosas simples pero con las que me siento bien porque el tenerte a mi lado ya me hace feliz. La luz de los fuegos artificiales te da en la cara, dándote un aspecto más hermoso todavía. La noche está siendo especial pero tu estás molesto porque podría serlo más y siempre quieres lo mejor para mi. Me acerco más a ti y te digo que no importa, que hay más tiempo para estar juntos y hueco para más momentos especiales, todo no se puede tener en una noche.
Cuando creo haberte convencido, me miras y me dices: "¿Por qué estoy así teniendo delante a la niña que más quiero?", como siempre acabas sacándome una sonrisa. Cierro los ojos y te beso, porque en este momento es lo único que me apetece hacer. Me separo y mirándote a los ojos, sin darme cuenta se escapa un "te quiero" de mis labios, y aunque bajo, por el sonido de los fuegos, yo sé que resuena en ti y que se repite como el eco. Abrazados miramos al cielo, el momento se hace más especial gracias a ellos, espectadores de este momento. Los fuegos que con su luz parecen iluminarnos solo a nosotros. 
Mientras los últimos voladores terminan de estallar, te acercas a mi oído y me dices "te amo", un escalofrío intenta recorrer mi cuerpo, pero se ve interrumpido por tu beso. Un beso suave pero a la vez con fuerza, en este momento me siento tuya y te hago mío.
 Y así acaba la noche, dentro de un rato ya no estaré contigo, pero te seguiré sintiendo a mi lado, aunque eche de menos tu olor y tus caricias... 

miércoles, 10 de agosto de 2011

Mira al horizonte, seguro que encontrarás algo más que agua.

Eran las seis de la mañana y no me quedaba dormida. Tenía la sensación de que me faltaba algo... Estaba desesperada, tenía que hacer algo que me despejara porque llevaba toda la noche pensando y no sé por qué pero nunca supe cómo dejar la mente en blanco.
Me llegó un olor a sal y se me ocurrió que podía ir a la playa a dar una vuelta... Me vestí y le dejé una nota a mi madre en la mesilla de noche, en ella le dije: "Mamá, voy a la playa un rato. No puedo dormir. Te quiero". Llegué a la playa y puse mi toalla en la arena. Pensé en lo poco que se había basado mi vida en los últimos meses. Tantas pérdidas...
¡Estaba amaneciendo! Era la primera vez que veía el amanecer, pero lo hacía sola... Estaba tan atenta al sol que no me había dado cuenta de que alguien me estaba llamando desde la otra punta de la playa. Saludé con la mano pensando que sería un conocido, pero cuando llegó a donde estaba yo me dí cuenta de que no...
-¿Quién eres?
-No me conoces, ¿verdad?
-Si te conociera no te preguntaría eso.
-Es verdad... Bueno, me llamo John.
-Encantada, yo me llamo Tamara.
-En realidad, ya sabía como te llamabas. Si supieras todo el tiempo que he estado esperando a ser valiente y por fin hablar contigo... No sé si te habrás fijado en mí alguna vez, pero vivo en la calle que está por detrás de tu casa. Siempre me has resultado diferente a las demás, esa manera que tienes de caminar y de fijar la vista a la nada...
-Veo que me has observado bastante, incluso me arriesgaría a decir que me "conoces".
[...]

Seguimos hablando. Parecía que nos conocíamos de toda la vida... Él sabía describir totalmente todos mis gestos, sabía mirar más allá de mis ojos... No sé por qué pero toda esa situación me incitaba a saber algo más de él. Le besé con inocencia. Sabía que detrás de ese beso me esperaba la felicidad.
Hoy, es catorce de febrero; mi primer San Valentín "acompañada".


miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Por qué querer pudiendo amar?

 Me desperté esa mañana, había llegado, sí, el día que tanto había esperado estaba allí. Estuve impaciente hasta que llegó la tarde, solo habían pasado unos pocos días desde que lo había visto por última vez, pero los días sin verlo se solían parece a años. 
Llegó la tarde y llegué a "nuestro árbol", en el que siempre quedábamos. Allí estaba yo, apoyada en él esperando a que llegara. A las cinco y algo, lo vi venir y me incorporé para darle un abrazo. Nos acostamos en el césped como siempre y así pasamos el tiempo, callados, pero a la vez diciéndonoslo todo. Muchas veces nuestros labios se unieron, pero pocas palabras salían de nuestras bocas. Pasado una rato nos sentamos para hablar un ratito:
-Te echaba mucho de menos, logré decir, me daba pena romper el silencio.
+Pues no te imaginas lo que te he echado yo de menos también.
-Tu olor, tus abrazos, tus besos y sobretodo tus "te quiero" ya son algo cotidiano y no tenerlos era difícil...
+Bueno... el caso es que si ahora te dijera un "te quiero" sería un poco falso y se quedaría corto.
-¿Por qué?
+Porque ahora mismo no es lo que de verdad siento y llevo un tiempo preguntándome: ¿Por qué quererla si puedo amarla?
-Ámame pues, si es lo que quieres.
+No tengo que hacerlo, ya lo hago.
Y así pasó la tarde y la luz fue bajando su intensidad. Esa persona, la persona que me ama, siempre sabía como dejarme sin palabras y con una sonrisa. Por eso me he dado cuenta de que yo también lo amo.

               
-Diariodeunaenamorada-

domingo, 24 de julio de 2011

Lejos del tiempo, aquí estoy contigo

Me desperté totalmente sudado. Eran las nueve y media de la mañana y no podía dormir más. Hacía un calor asfixiante y, con suerte, en la calle podría hacer menos calor. Me duché y vestí para salir un rato, necesitaba tiempo para pensar... 
Allí estaba yo, caminando en el paseo marítimo. Rebusqué en mis bolsillos a ver si tenía algo que me distrajera. Finalmente, encontré el Ipod. Y mientras escuchaba mi canción favorita, me senté en un muro que daba lugar al mar. Contemplé el mar y noté que un escalofrío recorría mi cuerpo, demasiada brisa quizás. 
Cinco minutos después, alguien me tapó los ojos y me dijo: "¿Qué haces aquí solito? Jejeje hacía tiempo que no te tocaba la cara..." Era ella, la persona que no podía dejar de querer; aunque el tiempo pasara y muchas más me besaran. No la escuchaba desde hacía más de medio año. Quité sus manos de mi cara y me giré. Era ella, la misma de siempre; algo más alta, pero no más que yo. Yo no sabía qué hacer, si abrazarla o seguir mirándola sin decir nada; me decanté por la segunda opción.  Sus ojos eran incluso más bonitos que antes, transmitían todas esas cosas que me incitaban a besarla. Su pelo se había convertido en una hermosa melena rubia. Y sus labios eran irresistibles, tenía sed de sus besos.
Cuando todavía estaba mirándola me soltó un: "Deja de mirarme y dame un abrazo que hace mucho que no nos vemos". La abracé sin más. Ese abrazo era como los otros, estábamos tan pegados que quise besarla. Pero recordé que ella ya no sentía lo mismo y que sería mejor ser sólo amigos... 



-diarioderomeo-


Una simple acción, tanto que decir...

Esa caricia en los labios, la fusión de dos almas, el despertar del sentido del tacto, momento en el que la magia recorre nuestro cuerpo . EL beso, esa gran forma de comunicación, esa conversación en silencio, en la que se dice todo sin pronunciar nada . El verlo todo teniendo los ojos cerrados, el sentir tuyo, viajar lejos sin haberse movido, conocer a alguien de una forma distinta .
                       
     El ruido de un beso no es tan fuerte como el de un cañón, pero su eco es más duradero.

                                           

    
El beso es el lenguaje de dos almas.

sábado, 23 de julio de 2011

"Seamos amigos", en este caso, una espada directa al corazón.

Una calurosa mañana de verano, un suave rayo de sol le dio en la cara despertándola lentamente. Con los ojos entreabiertos caminó hacia el baño y se mojó la cara, elevó la cabeza y mirando al espejo observó en su cara el brillante dibujo de una sonrisa. Se secó y al volver a quitar la toalla ahí seguía, sin que se diera cuenta, sonreía. Después de hacer todo lo que solía hacer después de levantarse, entró en su cuarto y se sentó en la cama un rato, bajó la cabeza y allí estaba, la pulsera que esa persona tan importante le había regalado. Levantó su mano izquierda para tocar la pulsera y en el mismo momento en que entraron en contacto, su móvil sonó, era un mensaje, pero... ¿ de quién podría ser ?
Soltó la pulsera y cogió el móvil nerviosa, sus amigos la solían llamar. Abrió el mensaje y ahí estaba, el nombre de su ilusión, leyó y todo lo que ponía era: " Esta tarde, 5:30, donde siempre, te amo". Miró la pulsera y su sonrisa se agrandó todavía más, ya tenía la respuesta de la imagen del espejo.
                                                       [...]
                             
                                                        
Eran las 5 de la tarde cogió el móvil, las llaves y algo de dinero, aunque no lo necesitaría para disfrutar. Media hora después llegó al lugar de siempre, él no estaba allí todavía así que decidió esperar sentada. Pasados 10 minutos se levantó para mirar alrededor, no había nadie. Bajó la cabeza para mirar el reloj de su móvil, en ese momento algo la agarró delicadamente y la giró, no pudo ver quien era porque en un instante se estaban besando. A pesar de no haber abierto los ojos, ella sabía perfectamente quien era . Su forma de besar, su olor, la forma en que la tocaba (con delicadeza pero a la vez con decisión, como si fuera un tesoro fácil de romper)... Ella dejó caer el móvil y elevó las manos para colocarlas suavemente en el cuello de "su amor". Sus labios se despegaron y sus ojos se miraron fijamente, él le colocó el flequillo lentamente y la abrazó. Un intenso "te quiero" llegó a sus oídos como una dulce ráfaga de viento.
                                                         [...]
                                                 
Habían pasado 2 horas y media desde que se vieron y allí estaban, los dos juntos en el césped, mirando al cielo que se estaba empezando a nublar. En poco tiempo, empezó a hacer viento y frío, los dos se sentaron,  no parecía que fuera a llover, pero el frío no les hacía sentir bien. Ella empezó a tiritar y abrazó su propio cuerpo con objetivo de darse calor. Él, que se había dado cuenta se quitó su chaqueta y se la colocó a ella, llevaba dos camisas, con eso se mantendría un poco caliente. La abrazó un rato hasta que pasara el frío, cuando dejó de hacer viento los dos se miraron y sin poder resistirse se besaron, aunque llevaban toda la tarde besándose, las ganas que tenían el uno del otro les impedían parar de hacerlo.
Llegó la hora de marcharse y después de despedirse ella le dejó su chaqueta y se encaminó hacia su casa. A medio camino empezó a oír a alguien que decía su nombre, la voz le sonaba familiar. Después de un rato se dio cuenta de que era su madre, que la llamaba porque debía recoger toda su habitación. Extrañada abrió los ojos, todo había sido un sueño y esa bonita tarde había sido ficticia. Muy triste miró la pantalla de su móvil y vio que tenía un mensaje, era del protagonista de sus sueños. Lo abrió y empezó a leer: "Esta tarde vamos a quedar unos cuantos para ir al cine, ¿ quieres venir ?. Besos, tu mejor amigo.
Sueños, los deseos del subconsciente .

¿ Qué es el tiempo ?

 Segundos que forman minutos, minutos de los que están compuestas las hora, horas que dan lugar a días... así podríamos pasarnos toda una vida. Pero el tiempo varía y a veces pasamos minutos que parecen horas y horas que parecen minutos, dependiendo de como nos sintamos en esos momentos.
Si los minutos se nos convierten en horas tendremos que pensar, ¿ por qué, por qué el tiempo se ralentiza y parece que se para ? Tal vez no estemos cómodos con lo que hacemos o tal vez sí, pero nuestra cabeza está pensando en cosas que nos preocupan y no aprovechamos el momento tanto como lo podríamos hacer.
En el caso opuesto, en el que las horas se nos hacen minutos, no hay mucho malo en lo que pensar ya que eso significa que hacemos lo que nos gusta y con lo que nos sentimos agusto. La pena es que sea así y no al revés, porque todos querríamos que los malos momentos pasaran rápido y que en los buenos el reloj parase de funcionar.
Aprovecha ahora ya que el tiempo, es el único recurso verdaderamente no renovable.

Quod erat demonstrandum

Era media noche y no podía parar de pensar en él. De pronto, escuché el tono de mi móvil. ¡¡¡Era él!!! Cuando me mentalicé de lo que suponía eso; cogí el móvil  tan rápido como pude y saludé haciéndome la interesante...
-Si...
+Hola, ¿qué estabas haciendo?
-Lo de siempre, escuchando música a ver si me quedaba dormida... ¿Y esta llamada?
+No sé, supongo que me acordé de ti y te llamé.
-Hacía tiempo que no hablábamos...
+Lo sé, la verdad es que no entiendo cómo me has podido perdonar.
-La verdad es que yo tampoco lo entiendo. Me has decepcionado, pero no sé qué es lo que me impide el mandarte a la mierda.
+Me arrepiento de tantas cosas.
[...]
Seguimos hablando media hora más, pero esa conversación tenía un sabor agridulce. 
No sé por qué pero tenía la sensación de que estaba sangrando por dentro... Fui al baño, me lavé la cara y, acto seguido, me pregunté: "¿Por qué siempre te pasa lo mismo?" Después volví a mi habitación y lo primero que ví fue una foto de mis abuelos. Sonreí recordando todos los momentos que había pasado con ellos, recordando los últimos abrazos y los últimos consejos... En ese momento, era la una de la madrugada y dije: "Hoy es otro día, quizás sea mejor que ayer".

                                                                                                               -diariodejulieta-

jueves, 21 de julio de 2011

Potatoes

Que si, que toda paciencia tiene un límite, pero que sólo se debería tener con las personas adecuadas. Que el que tiene más conocimiento se calla la boca, pero no por eso debemos dejar de decir lo que pensamos. Que a palabras necias oídos sordos, pero que a buen entendedor pocas palabras faltan. Que si sufres, mantén la esperanza; llegará el momento en el que ya no te afecte tanto y vendrán tiempos mejores. Que no seas ingenuo, nunca sabes cuándo te decepcionarán. Que sigas pensando aunque te duela la cabeza, encontrarás lo que buscabas y si no... ¡pregunta y confirma!
P.D.: Todo tiene un por qué. Todos esconden algo y al fin y al cabo se acaba descubriendo.
Cuando todo es negro, siempre habrá algo de color.

domingo, 17 de julio de 2011

Definiendo el amor

Es hielo abrasador, es fuego helado, 
es herida, que duele y no se siente, 
es un soñado bien, un mal presente, 
es un breve descanso muy cansado. 

Es un descuido, que nos da cuidado, 
un cobarde, con nombre de valiente, 
un andar solitario entre la gente, 
un amar solamente ser amado. 

Es una libertad encarcelada, 
que dura hasta el postrero paroxismo, 
enfermedad que crece si es curada. 

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo: 
mirad cuál amistad tendrá con nada, 
el que en todo es contrario de sí mismo.



                                                   Francisco de Quevedo

miércoles, 13 de julio de 2011

Tú...

... has sido capaz de ocupar huecos que habían quedado vacíos , huecos que estaban llenos de dolor y que ahora lo están de felicidad . Apareciste en un momento difícil para los dos , en el que la indecisión se apoderaba de mi y tomar un camino me era costoso . Tocaste las puertas de mi corazón , sin saber si alguien iba a salir y esperaste mucho tiempo a que lo que andabas buscando apareciera . Siempre luchaste hasta el final a pesar de que en algunos momentos no te veías capaz de seguir adelante y estuviste a punto de rendirte , en ese momento me vi sin ti y mi mente y corazón empezaron a trabajar de tal manera , que me di cuenta de que no te podía dejar ir . Y aquí estamos ahora , tu lucha valió la pena y tu insistencia cambio las cosas... Al fin y al cabo eres la persona que quería , el destino lo sabía y te puso ante mi .